Un modelo de supervisión con enfoque tradicional se basa principalmente, en la verificación del cumplimiento de la normativa legal y reglamentaria, sin embargo, las mejores prácticas de supervisión a nivel internacional se orientan sobre un enfoque de Supervisión Basada en Riesgos (SBR), la cual permite dar seguimiento a los diversos riesgos relevantes, antes de que éstos afecten la situación financiera y operativa de las instituciones.
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Fases básicas de tratamiento de cualquier riesgo son:
i) Identificación del riesgo y sus factores.
ii) Medición del riesgo en sus diversas variables.
iii) Control del riesgo.
Para las cooperativas de ahorro y crédito el contar con una supervisión eficaz, se basa en la integración de aspectos cualitativos y cuantitativos, los cuales tienen como función dar a conocer la situación de las cooperativas y procurar que estas desarrollen sus actividades de forma prudente, asegurando la estabilidad y sostenibilidad financiera.
La oportuna gestión de la Supervisión Basada en Riesgos permite detectar en forma temprana las debilidades en la estructura financiera, deficiencias en las políticas y fallas en la aplicación de los principios de gobernanza de las cooperativas de ahorro y crédito. La adopción de medidas correctivas apropiadas permite minimizar la probabilidad de que se materialicen riesgos de mayor impacto.
El Fondo de Garantía está realizando cambios importantes para que la adopción de un modelo de SBR sea más eficiente. Estos cambios graduales permiten que exista un proceso de Supervisión Extra Situ que da seguimiento a la información financiera, las operaciones contables relevantes y los indicadores de riesgo, como insumo a los esfuerzos de Supervisión In Situ a las áreas conducentes.